Para los que soñamos con una sociedad diferente, justa, equitativa, lejos de las lacras de la explotación y la marginación, el 24 de junio fue un día nefasto. Pero no sólo por el triunfo de la derecha que representa Macri: el ballotage de las elecciones porteñas dejó en evidencia la durísima realidad que nos enrostra que a las mayorías populares sólo les queda optar por sus verdugos. Filmus, como representante de las políticas del gobierno, también era una variante del sistema que succiona el sudor popular en beneficio de las minorías dueñas del poder económico. Quienes intentamos analizar pormenorizadamente la realidad, tenemos que estar muy atentos a los datos que surgen del proceso que culminó –como punto más resonante- con el ungimiento de Mauricio Macri como jefe de gobierno porteño.
Un dato taladrante, y muy preocupante, es el millón de votos que fueron a parar a la urna de Macri. Seguramente no todos ellos provienen de zonas "paquetas" y pudientes; está claro que mucho humilde trabajador ha depositado su confianza en alguien cuyos intereses están en las antípodas de los suyos. Esto, por lo menos en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, significa un tremendo retroceso respecto del "que se vayan todos" de hace tan sólo seis años, pues al hecho de que no se ha ido nadie, hay que agregar que se ha votado a quien encarna cabalmente las políticas que llevaron a aquel estallido.
Sin embargo, no podemos detenernos en ese punto; hay que sondear en las profundidades de la estructura del sistema capitalista, el que no sólo significa la tenencia de la propiedad de los medios de producción y el manejo de las relaciones que surgen de ello por parte de una clase minoritaria y explotadora, sino la imposición por parte de ésta de una forma de pensar a las clases explotadas. Es decir, la imposición de una cultura, de una conciencia acorde a los intereses de las clases dominantes. Las mayorías populares tienen el erróneo convencimiento de que sin capital y sin patrones no puede haber trabajo ni desarrollo, ni perspectivas de un futuro mejor. Es ése el verdadero triunfo del sistema burgués, al que abonan todos los días no sólo en las unidades de producción y servicio, sino fundamentalmente a través de los planes de educación y los medios de comunicación. Es por eso que un humilde trabajador o un desocupado pueden –y de hecho lo hacen- apoyar a su propio explotador. Teniendo en cuenta lo antedicho, es entonces muy probable que ante gobiernos que disfrazan su discurso con tintes "izquierdosos", pero que en los hechos aplican políticas que benefician los mismos intereses que los gobiernos declaradamente de derecha, haya grandes sectores de la población más humilde que opte por el original en vez de por una mala copia. En términos populares sería elegir directamente al dueño del circo, en vez de a su payaso.
Al mismo tiempo, y aunque parezca contradictorio, hay que hacer hincapié y poner mucha atención en el rechazo representado por la abstención, el voto blanco y el anulado (sumados, tanto en Capital como en Tierra del Fuego, representaron más del 30% del padrón), realidades cada vez más estructurales y en crecimiento, que aluden a un repudio claro y contundente contra todo el sistema de representación política del país.
1 comentario:
Completamente de acuerdo!!
Es más, creo que el problema es que la gente (porque no son solo las clases proletarias o solo las clases burguesas) no vota a macri o a filmus o a cualquiera por lo que pueda llegar a hacer en bien o en mal de ellos, ni por el prejuicio de que fomentar la privatización y el capitalismo salvaje les conviene sean de la clase social que sean, sino que los votan según quién salió más veces en la tele o quien tiene más afiches en la calle abrazando a una nena pobre, etc. ¿Alguien vio una propaganda o un debate del PC o del PO o de cualquier otro candidato que no sean los tres chiflados en la tele?
Supongamos que conocemos a todas las personas de la capital, ¿cuántas creen que leyeron aunque sea UNA vez UNA de las plataformas de UNO de los candidatos? La gente que las escribió a cada una y gracias. También creo que hay mucha gente que votó por ejemplo a Filmus o a Macri o a Telerman porque pensaban que votar a algún otro era desperdiciar el voto porque no iban a ganar, es decir votaron por ejemplo a Filmus para que no gane Macri, sin saber que son lo mismo...
Anecdota: Soy del pelegrini. El quiosquero que está al lado del colegio nos acusó de haber tomado el colegio solamente porque no queremos tener clases, dijo que no tenemos seriedad y que no somos maduros para ninguna responsabilidad. Siguió la conversación y le pregunté a quien iba a votar: "A Telerman" dijo, "¿por qué?" le pregunté "Porque tiene nombre de Superheroe"....XS
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